Audi R8 Coupé 5.2 FSI V10 quattro 525 CV S tronic (2012-2015)

2013
Gasolina
AWD
Automático 7v
Audi R8 - Vista 1
Audi R8 - Vista 2
Audi R8 - Vista 3
Audi R8 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi R8

Potencia

525CV

Par

530Nm

Consumo

13.1l/100

Emisiones

305g/km

0-100 km/h

3.6s

Vel. Máx.

314km/h

Peso

1720kg

Precio

180,540

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 7v

Tracción

AWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

100 L

Depósito

90 L

Potencia

386 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima525 CV / 386 kW
Par máximo530 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 7v

Capacidades

Depósito90 L
Maletero100 L

Análisis detallado del Audi R8 Coupé 5.2 FSI V10 quattro 525 CV S tronic (2012-2015)

Descripción general

El Audi R8 Coupé 5.2 FSI V10 quattro de 2013 no es solo un coche, es una declaración de intenciones. En una era donde los turbocompresores comenzaban a dominar, Audi nos regaló una de las últimas sinfonías mecánicas: un motor V10 atmosférico de 5.2 litros latiendo justo detrás de los asientos. Este R8 representa el equilibrio perfecto entre la brutalidad de un superdeportivo y la usabilidad diaria que caracteriza a la marca de los cuatro aros, una máquina capaz de erizar la piel en circuito y llevarte al trabajo con una docilidad sorprendente.

Experiencia de conducción

Conducir este R8 es una experiencia visceral que ataca todos los sentidos. El verdadero protagonista es el motor V10, cuyo aullido metálico al ascender hasta las 8000 revoluciones por minuto es adictivo y puro, una banda sonora en peligro de extinción. La aceleración es fulminante, un empuje de 525 caballos que te pega al asiento mientras la tracción quattro garantiza una motricidad impecable en cualquier circunstancia. El cambio S tronic de doble embrague es un aliado perfecto, con transiciones instantáneas que te hacen sentir como un piloto profesional, ya sea devorando curvas o en una simple incorporación a la autopista.

Diseño y estética

El diseño del Audi R8 de primera generación es ya un icono atemporal. Sus proporciones, dictadas por la posición central del motor, son las de un superdeportivo clásico: bajo, ancho y agresivo. Los característicos 'sideblades' laterales no solo son un rasgo estético inconfundible, sino que también canalizan el aire hacia el corazón de la bestia. Por dentro, el habitáculo es un ejemplo de la calidad de Audi, con materiales nobles y una ergonomía estudiada que te acoge y te centra en la conducción, sin distracciones superfluas.

Tecnología y características

Bajo su escultural carrocería, el R8 de 2013 es un compendio de la mejor tecnología de Audi de la época. El motor V10 con inyección directa FSI es una obra de ingeniería, capaz de entregar 525 caballos con una respuesta inmediata. El sistema de tracción total quattro, con un reparto de par que favorece al eje trasero, proporciona un comportamiento dinámico y seguro. La transmisión S tronic de 7 velocidades supuso un salto cualitativo enorme, ofreciendo una rapidez y suavidad excepcionales. Todo ello se asienta sobre un chasis 'Audi Space Frame' de aluminio, que garantiza una ligereza y rigidez estructural sobresalientes.

Competencia

En el exclusivo segmento de los superdeportivos, el Audi R8 V10 se enfrentaba a leyendas. Su rival más directo y eterno era el Porsche 911, especialmente en sus versiones Carrera S o GTS, que ofrecían una filosofía diferente con su motor trasero y un enfoque igualmente equilibrado. Por linaje y compartiendo plataforma, el Lamborghini Gallardo era su hermano italiano, más extrovertido y radical. Otros competidores, como el Ferrari 458 Italia o el McLaren MP4-12C, jugaban en una liga ligeramente superior en precio, pero el R8 siempre se defendió con su increíble polivalencia y su motor V10 como argumento principal.

Conclusión

El Audi R8 V10 de 2013 es mucho más que un coche rápido; es la culminación de una idea. Es un superdeportivo con alma, envuelto en un traje de alta costura y dotado de una tecnología que lo hace accesible y emocionante a partes iguales. Representa una era dorada de los motores de aspiración natural, ofreciendo una pureza de sensaciones que hoy es difícil de encontrar. Un futuro clásico que demostró que la emoción más intensa no tiene por qué estar reñida con la lógica y la fiabilidad alemana.