Audi A8 L 3.0 TDI 250 CV quattro tiptronic 8 vel. (2012)

2010
Gasóleo
AWD
Automático 8v
Audi A8 - Vista 1
Audi A8 - Vista 2
Audi A8 - Vista 3
Audi A8 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi A8

Potencia

250CV

Par

550Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

171g/km

0-100 km/h

6.2s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

1965kg

Precio

88,070

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 8v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

510 L

Depósito

90 L

Potencia

184 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima250 CV / 184 kW
Par máximo550 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 8v

Capacidades

Depósito90 L
Maletero510 L

Análisis detallado del Audi A8 L 3.0 TDI 250 CV quattro tiptronic 8 vel. (2012)

Descripción general

El Audi A8 L de 2012 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones sobre ruedas. Representa la cúspide del lujo y la tecnología de Audi en su formato más generoso, la batalla larga. Concebido para quienes buscan el máximo espacio y confort sin renunciar a un rendimiento soberbio, este buque insignia combina la elegancia de una berlina de representación con la fuerza y eficiencia de su aclamado motor TDI, creando una experiencia de viaje en primera clase.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del A8 L es desconectar del mundo exterior para entrar en una burbuja de serenidad y poder. El motor V6 TDI de 250 CV empuja con una fuerza inagotable y silenciosa desde apenas 1500 revoluciones, haciendo que los 1965 kg de peso se sientan ligeros como una pluma. La aceleración es contundente y lineal, mientras la caja Tiptronic de 8 velocidades gestiona la potencia con una suavidad exquisita. Gracias a la tracción total quattro y a una suspensión que parece flotar sobre el asfalto, la sensación es de control absoluto y seguridad inquebrantable, ya sea devorando kilómetros en autopista o negociando curvas con una compostura impropia de su tamaño. Es un coche que no se conduce, se pilota con la punta de los dedos, disfrutando de un viaje que siempre se hace corto.

Diseño y estética

La estética del Audi A8 L es un ejercicio de elegancia contenida y poderío discreto. Sus líneas, puras y fluidas, recorren una carrocería de casi 5.3 metros que impone respeto sin necesidad de estridencias. Es la perfecta encarnación del 'menos es más', donde cada superficie y cada pliegue transmiten una calidad y una solidez extraordinarias. Por dentro, el habitáculo es un santuario de lujo y tecnología. Los materiales nobles, desde el cuero hasta las maderas y el aluminio pulido, se ensamblan con una precisión milimétrica, creando un ambiente que es a la vez un despacho de alta dirección y un salón privado. El espacio en las plazas traseras es simplemente monumental, pensado para el confort de sus ocupantes más distinguidos.

Tecnología y características

En 2012, este A8 L era una vitrina tecnológica. Su corazón, el motor 3.0 TDI, ya incorporaba inyección common-rail, turbo de geometría variable y un sistema Start-Stop para optimizar cada gota de combustible. Sin embargo, la verdadera magia residía en el conjunto. La tracción integral permanente quattro no era solo un elemento de seguridad, sino una proeza de la ingeniería que garantizaba una motricidad perfecta en cualquier circunstancia. La transmisión automática de 8 velocidades y la sofisticada suspensión de paralelogramo deformable trabajaban en armonía para ofrecer un equilibrio sublime entre confort y dinamismo, filtrando las imperfecciones del camino mientras mantenían el coche firmemente plantado en el asfalto.

Competencia

En el olimpo de las grandes berlinas de lujo, el Audi A8 L se enfrentaba a una competencia legendaria. Su principal adversario era el Mercedes-Benz Clase S, el eterno referente en confort y opulencia clásica. Justo a su lado se encontraba el BMW Serie 7, que siempre ha jugado la carta del dinamismo y el placer de conducir para quien no siempre viaja en el asiento trasero. Tampoco se puede olvidar al Jaguar XJ, con su audaz diseño británico y un enfoque diferente del lujo. En esta batalla de titanes, el A8 se distinguía por su tracción quattro, su diseño minimalista y una atmósfera tecnológica que lo convertían en la elección más moderna y racional del segmento.

Conclusión

El Audi A8 L 3.0 TDI quattro es mucho más que una berlina de lujo; es una obra de ingeniería total. Representa la elección perfecta para quien valora la sofisticación tecnológica, la seguridad incondicional de la tracción total y una elegancia que no necesita gritar para ser escuchada. Su formidable motor diésel lo convierte en un viajero incansable, capaz de cruzar continentes con un confort imperial y una eficiencia sorprendente. Es un coche que transmite calma, poder y una profunda sensación de que todo está bajo control, definiendo el lujo no solo por lo que ofrece, sino por cómo te hace sentir.