Especificaciones y análisis del Audi A8
Potencia
326CV
Par
650Nm
Consumo
9.4l/100
Emisiones
249g/km
0-100 km/h
6.1s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
2070kg
Precio
104,210€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 4 puertas
500 L
90 L
240 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Audi A8 L 4.2 TDI quattro tiptronic DPF · 326 CV (2008-2009)
Descripción general
El Audi A8 L de 2008 no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Representa la cúspide del lujo, la ingeniería y el poderío de Audi en su máxima expresión. Esta berlina de batalla larga, equipada con un colosal motor V8 TDI, fue concebida para dominar la carretera con una elegancia y una fuerza que dejaban una huella imborrable en el asfalto y en la memoria.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del A8 L 4.2 TDI es experimentar una dualidad sobrecogedora. Por un lado, una serenidad absoluta, un aislamiento del mundo exterior que te envuelve en un capullo de confort y silencio. Por otro, al pisar el acelerador, se desata una fuerza descomunal y lineal, un empuje de 650 Nm que te pega al asiento sin el más mínimo drama. La tracción quattro te ancla al asfalto, transmitiendo una seguridad inquebrantable, mientras la suspensión sofisticada convierte cualquier imperfección en una suave caricia. Es viajar en una alfombra mágica impulsada por un reactor.
Diseño y estética
El diseño del Audi A8 L es un ejercicio de elegancia atemporal y poder contenido. Sus líneas fluidas y su imponente longitud de casi 5.2 metros le confieren una presencia majestuosa, sin caer en la ostentación. La parrilla Singleframe, un sello de identidad de la marca, domina un frontal que inspira respeto. Cada panel, cada junta, cada detalle del interior con sus maderas nobles y cueros exquisitos, habla de una obsesión por la perfección y una calidad de construcción que se siente en cada centímetro del vehículo.
Tecnología y características
En su época, este A8 era una vitrina tecnológica sobre ruedas. El corazón de la bestia, su motor V8 TDI con inyección directa por conducto común, era una obra de ingeniería capaz de ofrecer un rendimiento extraordinario con un consumo relativamente contenido. La simbiosis entre la transmisión automática tiptronic de 6 velocidades y el legendario sistema de tracción total quattro garantizaba una motricidad y una dinámica impecables en cualquier circunstancia. A esto se sumaba una sofisticada suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, que proporcionaba un equilibrio sublime entre confort y agilidad.
Competencia
En el olimpo de las grandes berlinas de representación, el Audi A8 L 4.2 TDI se enfrentaba a dos titanes legendarios: el Mercedes-Benz Clase S y el BMW Serie 7. La batalla se libraba en el terreno del lujo, la tecnología y, sobre todo, las sensaciones. Mientras el Clase S apostaba por el confort supremo y el Serie 7 por un dinamismo más marcado, el A8 ofrecía un equilibrio magistral, combinando la seguridad de su tracción quattro con un motor diésel que era pura fuerza bruta y sofisticación.
Conclusión
El Audi A8 L 4.2 TDI quattro de 2008 es mucho más que una simple berlina de lujo. Es un monumento a la ingeniería alemana, un crucero de autopista capaz de devorar kilómetros con una facilidad y un aplomo que enamoran. Su combinación de un motor V8 diésel inagotable, un confort imperial y una seguridad a toda prueba lo convierten en una elección para entendidos, un vehículo que, incluso hoy, sigue transmitiendo una sensación de poder y distinción incomparables. Una obra maestra atemporal.




