Audi A8 L 3.0 TDI quattro tiptronic DPF · 232 CV (2007-2008)

2008
Gasóleo
AWD
Automático 6v
Audi A8 - Vista 1
Audi A8 - Vista 2
Audi A8 - Vista 3
Audi A8 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi A8

Potencia

232CV

Par

450Nm

Consumo

8.5l/100

Emisiones

227g/km

0-100 km/h

7.9s

Vel. Máx.

243km/h

Peso

1955kg

Precio

79,430

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 6v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

90 L

Potencia

171 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima232 CV / 171 kW
Par máximo450 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito90 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Audi A8 L 3.0 TDI quattro tiptronic DPF · 232 CV (2007-2008)

Descripción general

El Audi A8 L 3.0 TDI de 2008 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones sobre ruedas. Representa la cúspide del lujo y la ingeniería de Audi en su momento, una berlina de representación con batalla larga que envuelve a sus ocupantes en un aura de prestigio y poderío tecnológico. Con su motor diésel V6 y la legendaria tracción quattro, promete un viaje soberano, donde la distancia se convierte en un mero trámite y el destino es casi una excusa para seguir conduciendo.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del A8 L es experimentar una sensación de dominio absoluto. El empuje de sus 450 Nm de par desde apenas 1400 revoluciones te pega al asiento con una fuerza serena, sin estridencias, como una ola imparable. La suspensión te aísla del mundo exterior, haciéndote flotar sobre el asfalto, mientras la tracción quattro transmite una confianza inquebrantable, sin importar si el clima es adverso o la curva es cerrada. Es un silencio imperturbable, una calma poderosa que solo se rompe por el susurro del viento al deslizarse por su carrocería, convirtiendo cada trayecto en una experiencia de primera clase.

Diseño y estética

Su diseño es la personificación de la elegancia atemporal. La carrocería alargada le confiere una presencia majestuosa, imponente pero nunca ostentosa. Es una obra de líneas puras y superficies limpias que transmiten una confianza tranquila, la de un líder que no necesita gritar para ser escuchado. Al abrir la puerta, te recibe un santuario de lujo artesanal. Maderas nobles, cueros exquisitos y ajustes milimétricos crean un ambiente que evoca la cabina de un jet privado, especialmente en las plazas traseras, donde el espacio es sencillamente palaciego. Es un diseño que no envejece, sino que madura con distinción.

Tecnología y características

Este Audi A8 es un escaparate tecnológico que trabaja silenciosamente para tu confort y seguridad. El motor 3.0 TDI, con su inyección common-rail y turbo de geometría variable, era la vanguardia diésel, buscando el equilibrio perfecto entre prestaciones y consumo. Sin embargo, la verdadera magia reside en el sistema de tracción integral quattro, un prodigio de la ingeniería que garantiza una motricidad perfecta en todo momento. Todo en el coche, desde la dirección asistida variable según la velocidad hasta el complejo sistema multimedia, está diseñado para hacer la vida a bordo más fácil y placentera, demostrando que la mejor tecnología es la que se siente, no la que se ve.

Competencia

En el olimpo de las grandes berlinas de lujo, el Audi A8 L se enfrentaba a titanes como el Mercedes-Benz Clase S y el BMW Serie 7. Mientras el Mercedes apostaba por el confort opulento y el BMW por un dinamismo más marcado, el Audi jugaba su propia partida. Su carta de presentación era una combinación única: la seguridad total de la tracción quattro de serie y una construcción más ligera gracias a su chasis de aluminio. Se posicionó como la elección inteligente y sofisticada, para quien buscaba un lujo moderno y tecnológico sin renunciar a la máxima seguridad activa en cualquier circunstancia.

Conclusión

El Audi A8 L 3.0 TDI quattro de 2008 es mucho más que una berlina de lujo; es una experiencia de viaje sublime. Representa la fusión perfecta entre la opulencia de una limusina, la fuerza de un motor diésel lleno de par y la seguridad incondicional de la tracción quattro. Fue y sigue siendo un refugio de paz y silencio en movimiento, un devorador de kilómetros que transforma cualquier viaje en un placer. Un coche para quienes valoran la ingeniería soberbia, el diseño discreto y un confort que roza la perfección, dejando una huella imborrable de poder y serenidad.