Audi A8 L 3.0 TDI quattro tiptronic DPF · 232 CV (2008-2009)

2008
Gasóleo
AWD
Automático 6v
Audi A8 - Vista 1
Audi A8 - Vista 2
Audi A8 - Vista 3
Audi A8 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi A8

Potencia

232CV

Par

450Nm

Consumo

8.5l/100

Emisiones

229g/km

0-100 km/h

7.9s

Vel. Máx.

243km/h

Peso

1955kg

Precio

83,000

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 6v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

90 L

Potencia

171 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima232 CV / 171 kW
Par máximo450 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito90 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Audi A8 L 3.0 TDI quattro tiptronic DPF · 232 CV (2008-2009)

Descripción general

El Audi A8 L de 2008 no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Representa la cumbre del lujo y la ingeniería de Audi en su época, una berlina de representación que combina un espacio interior palaciego con la fuerza serena y eficiente de su motor 3.0 TDI. Con un precio de partida de 83.000 euros, se posicionó como un refugio de exclusividad y poderío tecnológico para quienes no se conformaban con menos.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del A8 L es como entrar en una dimensión paralela de calma y control. El murmullo del motor V6 diésel es casi imperceptible desde el suntuoso habitáculo, pero sus 450 Nm de par te empujan con una fuerza inagotable y sedosa desde apenas 1.400 revoluciones. Cada viaje se convierte en una experiencia de primera clase, donde el asfalto se desliza bajo tus pies sin perturbar la paz interior. La tracción quattro te ancla a la carretera con una confianza absoluta, transmitiendo una sensación de seguridad inquebrantable, como si el coche fuera una extensión de tu propia voluntad, imperturbable ante cualquier circunstancia.

Diseño y estética

Su diseño es la definición de la elegancia atemporal. Con casi 5,2 metros de longitud, su presencia es imponente pero nunca arrogante. Las líneas fluidas y limpias de la carrocería esculpen una silueta que destila prestigio y sofisticación sin necesidad de artificios. Es un diseño que ha envejecido con una dignidad excepcional. Dentro, te recibe un santuario de materiales nobles, ajustes milimétricos y una ergonomía estudiada al detalle. Cada botón, cada superficie, transmite una sensación de calidad y solidez que emociona los sentidos y justifica cada céntimo de su valor.

Tecnología y características

En 2008, el A8 era una vitrina tecnológica sobre ruedas. El corazón de su dinámica es el legendario sistema de tracción total quattro, que junto a una avanzada suspensión neumática adaptativa, garantizaba un confort de marcha soberbio y un comportamiento dinámico impecable. El motor 3.0 TDI con inyección por conducto común y turbo de geometría variable era un prodigio de eficiencia y rendimiento para su tiempo. La transmisión automática Tiptronic de 6 velocidades gestionaba la potencia con una suavidad exquisita, contribuyendo a una experiencia de conducción fluida y relajada.

Competencia

En el olimpo de las grandes berlinas de lujo, el Audi A8 L se medía con adversarios de su misma estirpe. Su rival más directo era el Mercedes-Benz Clase S, el eterno referente en confort y opulencia, junto con el BMW Serie 7, que siempre aportaba un toque más dinámico y enfocado al placer de conducir. Tampoco se podía ignorar al Lexus LS, que desafiaba el dominio alemán con su refinamiento japonés y una fiabilidad legendaria. Una batalla de titanes donde cada uno luchaba por ser el máximo exponente del lujo sobre cuatro ruedas.

Conclusión

El Audi A8 L 3.0 TDI quattro es mucho más que una simple berlina de lujo; es el compañero de viaje definitivo. Un automóvil concebido para devorar kilómetros con una comodidad y seguridad extraordinarias, demostrando que el lujo no está reñido con una eficiencia razonable. Representa la culminación de una era dorada para los motores diésel de alta gama, ofreciendo un equilibrio magistral entre prestaciones, confort y una elegancia discreta que sigue cautivando. Es una obra de ingeniería que, incluso hoy, inspira un profundo respeto.