Especificaciones y análisis del Audi A8
Potencia
326CV
Par
650Nm
Consumo
9.4l/100
Emisiones
249g/km
0-100 km/h
5.9s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
2020kg
Precio
92,910€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 4 puertas
500 L
90 L
240 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Audi A8 4.2 TDI quattro tiptronic 6 vel. DPF · 326 CV (2005-2007)
Descripción general
El Audi A8 4.2 TDI quattro de 2005 no es solo una berlina de lujo; es la encarnación de la supremacía tecnológica y el poderío silencioso de Audi en su época. Un vehículo que redefinió el concepto de viajar en primera clase sobre el asfalto, combinando la fuerza de un coloso con la elegancia de un diplomático.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es sentir una fuerza de la naturaleza contenida. Los 650 Nm de par motor te empujan contra el asiento desde apenas 1600 revoluciones, una ola de empuje inagotable y sedosa que hace que el mundo se mueva más deprisa. La aceleración de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos es una proeza para una mole de dos toneladas, pero lo hace con una calma y un silencio que aíslan del drama exterior. La tracción quattro transmite una seguridad absoluta, pegando el coche al asfalto en cualquier circunstancia, mientras la transmisión Tiptronic gestiona la potencia con una suavidad exquisita. Es una experiencia de conducción imperial, donde la potencia no intimida, sino que conforta.
Diseño y estética
Su diseño es un ejercicio de contención y elegancia atemporal. Las líneas puras y la silueta alargada huyen de la ostentación para proyectar una imagen de autoridad y buen gusto. No necesita gritar su estatus, lo susurra a través de proporciones perfectas y una presencia imponente. Por dentro, el habitáculo es un santuario de materiales nobles, ajustes milimétricos y una ergonomía estudiada que te acoge en un ambiente de lujo y control. Cada botón, cada superficie, transmite una sensación de calidad y solidez que perdura en el tiempo.
Tecnología y características
Este A8 fue un escaparate tecnológico sobre ruedas. Su corazón, el V8 TDI, era una joya de la ingeniería diésel con inyección common-rail y turbos de geometría variable. Pero la verdadera magia residía en su chasis de aluminio, el Audi Space Frame, que contenía el peso y aportaba una rigidez estructural excepcional. La tracción integral quattro y la suspensión neumática adaptativa trabajaban en perfecta armonía para ofrecer un equilibrio sublime entre confort de marcha y dinamismo, mientras que el sistema MMI centralizaba el control del vehículo de una forma innovadora para la época.
Competencia
En el olimpo de las grandes berlinas de representación, el A8 4.2 TDI se medía con titanes como el Mercedes-Benz Clase S 420 CDI y el BMW Serie 7 745d. Frente a la opulencia del Mercedes y el enfoque más deportivo del BMW, el Audi jugaba la carta de la discreción elegante, la seguridad imbatible de su tracción quattro y la innovación de su construcción en aluminio. Era la elección del conocedor, de quien buscaba la tecnología más avanzada y una calidad superlativa sin necesidad de exhibirla.
Conclusión
El Audi A8 4.2 TDI quattro es mucho más que un coche; es una declaración de principios. Representa la culminación de una era en la que el diésel podía ser sinónimo de prestaciones, refinamiento y poderío. Un devorador de kilómetros incansable, una fortaleza rodante que te transporta con una velocidad y un confort que aún hoy resultan asombrosos. Conducirlo es entender por qué Audi se ganó su lugar en la cima del automovilismo de lujo, creando una máquina que emociona tanto por su fuerza bruta como por su inteligencia y elegancia.




