Especificaciones y análisis del Audi A8
Potencia
224CV
Par
480Nm
Consumo
9.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
8.2s
Vel. Máx.
242km/h
Peso
1935kg
Precio
76,820€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
5 / 4 puertas
525 L
90 L
165 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Audi A8 3.3 TDI quattro tiptronic 5 vel. · 224 CV (2000-2002)
Descripción general
El Audi A8 3.3 TDI quattro de principios de los 2000 no era simplemente una berlina de lujo, era una audaz declaración de poderío tecnológico. En una época donde los grandes motores diésel empezaban a conquistar el segmento más alto, Audi lanzó este coloso con un corazón V8, un precio de más de 76.000 euros y la promesa de un viaje en primera clase, sin importar la distancia o el clima.
Experiencia de conducción
Conducir este A8 es sentir una fuerza de la naturaleza bajo control. Los 480 Nm de par motor te empujan contra el asiento desde apenas 1800 revoluciones, una ola de empuje inagotable y silenciosa que hace que el mundo exterior parezca moverse a cámara lenta. La transmisión Tiptronic de 5 velocidades gestiona la potencia con una suavidad exquisita, mientras que la tracción quattro te ancla al asfalto con una seguridad imperturbable. Es una sensación de dominio absoluto, de viajar en una bóveda de lujo que devora kilómetros con una compostura y un aplomo que emocionan.
Diseño y estética
Su diseño es la personificación de la elegancia atemporal. Con más de cinco metros de longitud, sus líneas son puras, fluidas y discretas, huyendo de cualquier ostentación. Fue pionero en el uso del chasis de aluminio Audi Space Frame, una proeza que buscaba ligereza y rigidez. Por dentro, te abraza un ambiente de calidad superlativa, donde la madera noble, el cuero y los ajustes milimétricos crean una atmósfera de refugio y bienestar, un santuario aislado del ruido y el estrés.
Tecnología y características
Este A8 era una vitrina tecnológica sobre ruedas. Su motor V8 TDI con inyección por conducto común y turbos de geometría variable era una obra de arte de la ingeniería diésel. La tracción integral permanente quattro no era una opción, sino parte de su alma, garantizando una motricidad perfecta. A esto se sumaba su revolucionaria carrocería de aluminio y un avanzado esquema de suspensiones de paralelogramo deformable en ambos ejes, que lograba un equilibrio magistral entre confort de marcha y dinamismo.
Competencia
En la cumbre del automovilismo, sus adversarios eran titanes como el Mercedes-Benz Clase S, concretamente el S 400 CDI, y el BMW Serie 7, con su versión 740d. Frente a ellos, el Audi A8 jugaba las cartas de la innovación con su construcción en aluminio y la seguridad incondicional de su tracción quattro, ofreciendo una personalidad única, más tecnológica y quizás más discreta que la de sus competidores directos.
Conclusión
El Audi A8 3.3 TDI quattro fue la culminación de una era. Representa la perfecta simbiosis entre la opulencia de una gran berlina de representación y la fuerza bruta y eficiente de un motor diésel de alto rendimiento. Es un coche que te hacía sentir poderoso, seguro y especial, un auténtico guante de seda con puño de hierro. Un clásico moderno que demostró que el lujo y las altas prestaciones diésel podían ir de la mano de una forma sublime.