Audi A7 Sportback 3.0 BiTDI 313 CV quattro tiptronic 8 vel. (2012-2014)

2011
Gasóleo
AWD
Automático 8v
Audi A7 - Vista 1
Audi A7 - Vista 2
Audi A7 - Vista 3
Audi A7 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi A7

Potencia

313CV

Par

650Nm

Consumo

6.4l/100

Emisiones

169g/km

0-100 km/h

5.3s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

1925kg

Precio

72,290

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 8v

Tracción

AWD

Plazas

4 / 5 puertas

Maletero

535 L

Depósito

65 L

Potencia

230 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima313 CV / 230 kW
Par máximo650 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 8v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero535 L

Análisis detallado del Audi A7 Sportback 3.0 BiTDI 313 CV quattro tiptronic 8 vel. (2012-2014)

Descripción general

El Audi A7 Sportback 3.0 BiTDI es mucho más que una berlina de lujo; es una declaración de intenciones. Combina la elegancia de un coupé, la practicidad de un cinco puertas y la fuerza arrolladora de un motor diésel V6 biturbo de 313 caballos. Es un gran turismo diseñado para devorar kilómetros con una sofisticación y una potencia que emocionan desde el primer instante, una escultura rodante que redefine el concepto de viajar.

Experiencia de conducción

Al volante, la sensación es de un poderío absoluto y sereno. Los 650 Nm de par motor te pegan al asiento desde apenas 1450 revoluciones, catapultando sus casi dos toneladas de 0 a 100 km/h en 5.3 segundos con una facilidad pasmosa. El sonido del motor, modulado por un actuador en el escape, es grave y adictivo, lejos del traqueteo diésel convencional. La tracción quattro y el cambio Tiptronic de 8 velocidades trabajan en perfecta armonía, transmitiendo una seguridad y un aplomo imperturbables, ya sea en una autopista a alta velocidad o en una sinuosa carretera de montaña. Es una experiencia de conducción fluida, potente y profundamente gratificante.

Diseño y estética

La silueta del A7 es pura emoción. Su línea de techo descendente, que fluye sin interrupción hasta una zaga rotunda y elegante, es una obra de arte que hipnotiza. Cada línea y cada superficie han sido esculpidas para transmitir dinamismo y clase. El frontal, con su imponente parrilla Singleframe y su mirada afilada, proyecta una imagen de prestigio y deportividad. Por dentro, te abraza un habitáculo que es un santuario de calidad y ergonomía, donde los materiales nobles y el ajuste perfecto de cada componente crean una atmósfera de lujo tecnológico que te hace sentir especial.

Tecnología y características

En su corazón tecnológico late el legendario sistema de tracción total quattro, garantía de una motricidad y estabilidad soberbias en cualquier circunstancia. El motor 3.0 BiTDI no solo es potente, sino también inteligente, gracias a su sistema Start-Stop y una gestión electrónica que busca optimizar cada gota de combustible. La caja de cambios Tiptronic de convertidor de par y 8 velocidades es un prodigio de suavidad y rapidez, adaptándose a cada estilo de conducción. A bordo, el sistema MMI de Audi centralizaba el control del vehículo, la navegación y el entretenimiento, situándose como una referencia en su época.

Competencia

En el exclusivo club de las berlinas coupé de gran formato, el Audi A7 se encontró con adversarios de la talla del Mercedes-Benz CLS, el pionero del segmento que combinaba un estilo deslumbrante con el confort de la estrella. Otro rival directo fue el BMW Serie 6 Gran Coupé, que apostaba por un diseño igualmente seductor y una dinámica de conducción más purista, fiel al lema de la marca bávara. Ambos representaban la cúspide del diseño y la ingeniería alemana, compitiendo por el corazón de un cliente que busca distinción y prestaciones.

Conclusión

El Audi A7 Sportback 3.0 BiTDI de 313 CV es una máquina excepcional, un coche que logra un equilibrio casi perfecto entre prestaciones de deportivo, confort de limusina y una estética arrebatadora. Es la prueba de que un motor diésel puede ser emocionante y refinado, y de que la practicidad no tiene por qué estar reñida con la belleza. Más que un simple medio de transporte, es una experiencia de conducción total, un compañero de viaje infatigable que satisface tanto a la razón con su eficiencia como al corazón con su alma.