Audi A5 Sportback 1.8 TFSI 160 CV (2010-2011)

2010
Gasolina
FWD
Manual 6v
Audi A5 - Vista 1
Audi A5 - Vista 2
Audi A5 - Vista 3
Audi A5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi A5

Potencia

160CV

Par

250Nm

Consumo

7l/100

Emisiones

164g/km

0-100 km/h

8.9s

Vel. Máx.

223km/h

Peso

1640kg

Precio

35,530

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 5 puertas

Maletero

480 L

Depósito

65 L

Potencia

118 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima160 CV / 118 kW
Par máximo250 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero480 L

Análisis detallado del Audi A5 Sportback 1.8 TFSI 160 CV (2010-2011)

Descripción general

El Audi A5 Sportback 1.8 TFSI de 2010 es la encarnación de un sueño para quien busca la fusión perfecta entre la elegancia de un coupé y la funcionalidad de una berlina. No es solo un coche, es una declaración de intenciones, una silueta que fluye con una gracia atlética y que esconde bajo su capó un corazón equilibrado y dispuesto, el motor 1.8 TFSI de 160 caballos, prometiendo un viaje tan emocionante como práctico.

Experiencia de conducción

Al volante, las sensaciones son de pura finura y control. El motor turboalimentado entrega sus 250 Nm de par desde muy bajas vueltas, lo que se traduce en una respuesta suave, lineal y contundente, sin brusquedades. Cada cambio con la precisa caja manual de seis velocidades te conecta con la mecánica, mientras el chasis, con su avanzada suspensión de paralelogramo deformable, dibuja las curvas con una compostura y aplomo que inspiran una confianza absoluta. No es un deportivo radical, sino un gran turismo que devora kilómetros con una calidad de rodadura excepcional, haciendo que cada trayecto sea un auténtico placer.

Diseño y estética

El diseño del A5 Sportback es una obra de arte atemporal. Su línea de techo descendente, que se funde en una zaga corta y musculosa, crea una silueta que roba miradas y acelera pulsos. Las puertas sin marco son un detalle de distinción que evoca la esencia de un verdadero coupé, mientras que el práctico portón trasero revela una versatilidad inesperada. Por dentro, el habitáculo es un santuario de calidad Audi. Los materiales son exquisitos al tacto y a la vista, y el ajuste de cada componente es simplemente perfecto, creando una atmósfera de lujo y sofisticación que te envuelve y te hace sentir especial.

Tecnología y características

Más allá de su belleza, el A5 Sportback de esta generación se fundamentaba en una sólida base tecnológica. El motor 1.8 TFSI, con su inyección directa y turbo, era un referente en eficiencia y refinamiento. Sin embargo, la verdadera joya de la ingeniería se encontraba en su chasis. La suspensión multibrazo en ambos ejes, una solución compleja y costosa, era la responsable de su extraordinario equilibrio entre confort y dinamismo. Era la prueba de que Audi no solo se preocupaba por la estética, sino por ofrecer una experiencia de conducción superior a través de una ingeniería de primer nivel.

Competencia

En su momento, el Audi A5 Sportback se enfrentó a gigantes consolidados como el BMW Serie 3 y el Mercedes-Benz Clase C, ofreciendo una alternativa con una carga emocional y estilística mucho mayor. Sin embargo, su rival más directo por concepto fue el Volkswagen Passat CC, que también apostaba por la fórmula de la berlina con aires de coupé. Frente a ellos, el Audi se distinguía por un interior de calidad superior, el prestigio de los cuatro aros y un tacto de conducción más refinado y premium, logrando crear su propio espacio en el mercado.

Conclusión

El Audi A5 Sportback 1.8 TFSI es la elección del corazón y la razón. Un coche que demuestra que la belleza no está reñida con la inteligencia, ni la pasión con la practicidad. Ofrece una experiencia de conducción gratificante, un diseño que sigue enamorando y una calidad que perdura en el tiempo. Es un vehículo que va más allá de la simple movilidad para convertirse en una fuente de satisfacción diaria, un clásico moderno que sigue siendo tan deseable como el primer día.