Alfa Romeo GTV 1.8 · 144 CV (1998-2000)

1998
Gasolina
FWD
Manual 5v
Alfa Romeo GTV - Vista 1
Alfa Romeo GTV - Vista 2
Alfa Romeo GTV - Vista 3
Alfa Romeo GTV - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo GTV

Potencia

144CV

Par

169Nm

Consumo

8.9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9.2s

Vel. Máx.

210km/h

Peso

1370kg

Precio

24,948

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

110 L

Depósito

70 L

Potencia

106 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima144 CV / 106 kW
Par máximo169 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero110 L

Análisis detallado del Alfa Romeo GTV 1.8 · 144 CV (1998-2000)

Descripción general

El Alfa Romeo GTV de 1998, con su código interno 916, es la encarnación del coupé deportivo italiano de finales de siglo. No es solo un coche, es una declaración de intenciones, una pieza de diseño y pasión que te elige tanto como tú a él. Esta versión, equipada con el motor 1.8 Twin Spark de 144 caballos, representaba un acceso vibrante al mundo GTV, prometiendo el carácter y el alma de Alfa Romeo en un frasco lleno de emoción y estilo inconfundible.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del GTV es un ritual. La posición de conducción baja y los relojes hundidos en el salpicadero te envuelven, creando una atmósfera de cockpit de carreras. El motor 1.8 Twin Spark, aunque no es el legendario Busso V6, tiene un espíritu alegre y un sonido metálico que te incita a subir de vueltas. Cada cambio con la precisa caja manual de 5 velocidades es una conexión directa con la mecánica. Su chasis, con una elaborada suspensión trasera multibrazo, ofrece una agilidad y un agarre en curva sorprendentes para un tracción delantera, transmitiendo una confianza que te invita a buscar la siguiente curva con una sonrisa. Es un coche que se siente vivo, que comunica cada textura del asfalto y recompensa una conducción enérgica con pura pasión italiana.

Diseño y estética

La obra de Enrico Fumia en Pininfarina es simplemente atemporal. El GTV es una escultura en movimiento, definida por su afiladísima línea en cuña que parece cortar el viento incluso estando parado. El frontal, con sus cuatro faros redondos bajo una misma cubierta, y la zaga alta y truncada con una franja de luz continua, son detalles que lo convirtieron en un icono instantáneo. No hay un solo ángulo aburrido en este coche. Por dentro, el diseño sigue siendo puro drama italiano, con un salpicadero orientado por y para el conductor. Es la antítesis de lo práctico, un triunfo del corazón sobre la razón, donde la belleza de las formas justifica un maletero casi simbólico.

Tecnología y características

En una era previa a la digitalización masiva, la tecnología del GTV residía en su brillante ingeniería mecánica. El corazón era su motor Twin Spark, con doble bujía por cilindro y distribución variable, una solución avanzada que buscaba optimizar el rendimiento y la respuesta en todo el rango de revoluciones. Sin embargo, la verdadera joya de la corona era su chasis. La suspensión delantera McPherson se combinaba con un sofisticado eje trasero multibrazo, un esquema más propio de categorías superiores que garantizaba un comportamiento dinámico excepcional y una estabilidad soberbia. La tecnología estaba al servicio del placer de conducir, no de las distracciones.

Competencia

A finales de los 90, el GTV 1.8 se enfrentaba a una competencia variada. Su rival natural y compatriota era el Fiat Coupé, otro ejercicio de diseño audaz con un carácter muy marcado. Desde Alemania, el BMW Serie 3 Coupé (E36) ofrecía una calidad de construcción superior y la pureza de la tracción trasera, aunque con un diseño más conservador. Alternativas como el Ford Cougar o el Toyota Celica proponían sus propias recetas de coupé deportivo, pero ninguno podía competir con el GTV en puro carisma y exclusividad estilística. Elegir el Alfa era una decisión movida por la emoción, no por la lógica comparativa.

Conclusión

El Alfa Romeo GTV 1.8 es mucho más que un simple coupé de los noventa; es una experiencia automovilística en estado puro. Representa una época en la que el diseño, el sonido y las sensaciones al volante eran los pilares fundamentales de un deportivo. Aunque su fiabilidad y practicidad exigen ciertos compromisos, el alma que entrega a cambio es inmensa. Es un futuro clásico que captura la esencia de Alfa Romeo: belleza que detiene el tráfico, un motor con carácter y un chasis que pide ser disfrutado. Poseerlo es cuidar una pieza de la historia del automovilismo italiano.