Especificaciones y análisis del Alfa Romeo GT
Potencia
150CV
Par
305Nm
Consumo
6.2l/100
Emisiones
165g/km
0-100 km/h
9.2s
Vel. Máx.
209km/h
Peso
1440kg
Precio
31,000€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 3 puertas
320 L
63 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Alfa Romeo GT 1.9 JTD Q2 · 150 CV (2007-2008)
Descripción general
El Alfa Romeo GT es la encarnación del gran turismo italiano, una obra de arte firmada por Bertone que fusiona una belleza atemporal con una sorprendente practicidad. En su versión 1.9 JTD con el sistema Q2, este coupé no solo enamora por sus líneas, sino que promete una experiencia de conducción única, demostrando que la pasión y la eficiencia diésel pueden latir al unísono bajo un mismo capó.
Experiencia de conducción
Al volante, el GT Q2 se siente vivo y lleno de carácter. El motor JTD de 150 CV empuja con contundencia desde bajas vueltas gracias a su generoso par de 305 Nm, convirtiendo cada adelantamiento en un puro trámite. Sin embargo, la verdadera magia reside en el diferencial autoblocante Torsen Q2. Al trazar curvas, el sistema transfiere el par a la rueda con más agarre, eliminando el subviraje y permitiendo acelerar antes y con más confianza. El coche se inscribe en el giro con una precisión y una agilidad impropias de un tracción delantera, mientras la suspensión de paralelogramo deformable delantera trabaja para mantener un contacto perfecto con el asfalto. Es una sinfonía mecánica que te conecta directamente con la carretera.
Diseño y estética
Diseñado por el maestro Bertone, el Alfa Romeo GT es una escultura en movimiento. Su silueta es una lección de elegancia y deportividad, con un frontal afilado dominado por el icónico 'scudetto', una línea de cintura alta que fluye hacia una zaga musculosa y limpia, y unas puertas sin marco que gritan 'coupé' por los cuatro costados. Por dentro, el ambiente es puramente Alfa: un puesto de conducción orientado al piloto, relojes hundidos en esferas y un diseño que envuelve a los ocupantes. A pesar de su alma deportiva, ofrece cinco plazas y un maletero funcional, uniendo la pasión del diseño italiano con una inesperada versatilidad.
Tecnología y características
Más allá de su belleza, el GT Q2 esconde soluciones de ingeniería enfocadas en el placer de conducir. El corazón es su motor 1.9 JTD, un propulsor diésel de inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable que en su día fue una referencia en rendimiento y eficiencia. Pero la joya de la corona es el diferencial mecánico Torsen Q2. A diferencia de los sistemas electrónicos, su actuación es puramente mecánica, progresiva e infalible, mejorando drásticamente la motricidad y el comportamiento dinámico. Este enfoque en la ingeniería mecánica, combinado con un sofisticado esquema de suspensiones, demuestra que la tecnología más emocionante no siempre es la que se ve en una pantalla.
Competencia
En su época, el Alfa Romeo GT 1.9 JTD Q2 se enfrentó a rivales alemanes de gran calibre como el BMW Serie 3 Coupé 320d o el Mercedes-Benz CLK 220 CDI. Mientras los germanos apostaban por la tracción trasera y una imagen de solidez y prestigio, el Alfa jugaba una carta diferente: la del corazón. Ninguno de sus competidores podía igualar su arrebatadora estética firmada por Bertone ni el carácter especial que le confería el diferencial Q2. Era la elección para quien buscaba diferenciarse, para quien valoraba el alma y el 'Cuore Sportivo' por encima de la fría perfección, ofreciendo una experiencia de conducción más pasional y distintiva.
Conclusión
El Alfa Romeo GT 1.9 JTD Q2 es mucho más que un coche bonito con un motor diésel. Es la prueba de que se puede crear un automóvil emocionante, bello y razonable al mismo tiempo. Representa un equilibrio casi perfecto entre el diseño que enamora, la eficiencia para el día a día y una dinámica de conducción que recompensa y sorprende gracias a su brillante sistema Q2. Es un futuro clásico, un coche con alma que captura la esencia del gran turismo italiano y la adapta a las necesidades del mundo real, dejando una huella imborrable en quien tiene el placer de conducirlo.




