Alfa Romeo 156 1.6 TS Impression · 120 CV (2003-2005)

2003
Gasolina
FWD
Manual 5v
Alfa Romeo 156 - Vista 1
Alfa Romeo 156 - Vista 2
Alfa Romeo 156 - Vista 3
Alfa Romeo 156 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo 156

Potencia

120CV

Par

146Nm

Consumo

8.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.5s

Vel. Máx.

200km/h

Peso

1340kg

Precio

21,103

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

378 L

Depósito

63 L

Potencia

88 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima120 CV / 88 kW
Par máximo146 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito63 L
Maletero378 L

Análisis detallado del Alfa Romeo 156 1.6 TS Impression · 120 CV (2003-2005)

Descripción general

El Alfa Romeo 156 no es simplemente un coche; es una declaración de principios, un pedazo de historia del automovilismo italiano que puedes sentir y conducir. En su versión de 2003, retocada por el maestro Giugiaro, esta berlina deportiva refina su belleza y reafirma su carácter. Este 1.6 Twin Spark es la puerta de entrada a un mundo de pasión, donde cada viaje se convierte en una experiencia memorable, un recordatorio de por qué amamos conducir.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del 156 es redescubrir el placer de la conducción pura. El motor 1.6 Twin Spark de 120 CV, aunque modesto en cifras, canta con una melodía embriagadora a medida que sube de vueltas, pidiendo ser exprimido. La caja de cambios manual de 5 velocidades es tu cómplice perfecta en cada curva. Su chasis es una obra de arte; la suspensión delantera de paralelogramo deformable te conecta directamente con el asfalto, ofreciendo una agilidad y una precisión que sus rivales solo podían soñar. No es el más rápido en línea recta, pero en un tramo de curvas, el corazón deportivo, el 'cuore sportivo', late con una fuerza arrolladora.

Diseño y estética

Diseñado originalmente por Walter de'Silva, el Alfa 156 es una escultura en movimiento. Su línea, que enamoró al mundo, se ve realzada en esta versión con un frontal más afilado y expresivo. La genialidad de esconder las manillas de las puertas traseras le otorga una silueta de coupé, fluida y musculosa. Dentro, el ambiente es puramente italiano: el puesto de conducción te abraza, los relojes hundidos en sus capillas te miran directamente y cada detalle, desde el volante hasta la tapicería, respira deportividad y elegancia. Es un diseño que no envejece, que sigue girando cabezas y despertando emociones.

Tecnología y características

La tecnología del 156 se centra en la experiencia de conducción, no en los gadgets. Su mayor proeza tecnológica reside bajo el capó, con el sistema Twin Spark de doble bujía por cilindro, una solución que busca la eficiencia y una respuesta más viva del motor. El esquema de suspensiones, más propio de un deportivo de alta gama que de una berlina de su segmento, es otro de sus puntos fuertes. Más allá de esto, ofrece lo esencial para su época, sin distracciones superfluas. Es un coche analógico en un mundo cada vez más digital, y ahí radica gran parte de su encanto.

Competencia

En su época, el Alfa 156 se enfrentó a titanes alemanes como el BMW Serie 3 E46 y el Audi A4. Mientras sus rivales apostaban por la sobriedad, la perfección en los acabados y una tecnología abrumadora, el Alfa Romeo ofrecía algo que el dinero no siempre puede comprar: alma. Era la elección del corazón frente a la razón, la alternativa para quien buscaba sentir la carretera, para quien valoraba una curva bien trazada por encima de un sistema de infoentretenimiento. El 156 no competía en el mismo juego; creaba el suyo propio, basado en la pasión y el estilo.

Conclusión

El Alfa Romeo 156 1.6 TS es mucho más que una berlina de principios de los 2000. Es un icono, un coche que te recompensa con sensaciones puras cada vez que lo conduces. Su belleza atemporal y su comportamiento dinámico lo convierten en un clásico moderno, un refugio para los verdaderos entusiastas del automóvil. Poseerlo no es una decisión lógica, es un acto de amor hacia la conducción, una forma de entender que el destino es importante, pero el viaje lo es todo. Es, en definitiva, un auténtico Alfa Romeo.