Especificaciones y análisis del Abarth Grande Punto
Potencia
155CV
Par
230Nm
Consumo
6.9l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
8.2s
Vel. Máx.
208km/h
Peso
1260kg
Precio
17,200€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
FWD
5 / 3 puertas
275 L
45 L
114 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Abarth Grande Punto 1.4 T-Jet 155 CV (2008-2010)
Descripción general
El Abarth Grande Punto marcó el renacimiento de una leyenda, devolviendo el escorpión a las carreteras en un formato compacto y lleno de veneno. Partiendo de la base del Fiat Grande Punto, Abarth inyectó una dosis masiva de carácter y prestaciones, creando un pequeño deportivo que no pedía permiso, sino que exigía atención. Con su motor 1.4 T-Jet de 155 caballos, se posicionó como un objeto de deseo para quienes buscaban emociones puras sin necesidad de un gran desembolso.
Experiencia de conducción
Conducir el Abarth Grande Punto es una experiencia visceral que te conecta directamente con el asfalto. El motor 1.4 T-Jet tiene un carácter de la vieja escuela; se toma un instante para despertar, pero cuando el turbo entra en acción a 3000 rpm, te regala una patada contundente y adictiva que te empuja contra el asiento. El sonido del motor, ronco y evocador, inunda el habitáculo y te incita a explorar la zona alta del cuentavueltas. Su chasis, firme y reactivo, junto a una dirección precisa, te permite trazar curvas con una confianza y agilidad que enamoran. No es el más refinado, pero cada kilómetro es una inyección de adrenalina y pasión italiana.
Diseño y estética
Visualmente, el Abarth Grande Punto es una declaración de intenciones. Su carrocería de tres puertas se ve ensalzada por un kit aerodinámico específico que incluye parachoques más agresivos, faldones laterales y un difusor trasero que enmarca la doble salida de escape. Los logotipos del escorpión sustituyen a los de Fiat, y las imponentes llantas de 17 pulgadas calzadas con neumáticos de perfil bajo llenan los pasos de rueda, dándole una presencia musculosa y desafiante. Por dentro, los asientos deportivos te abrazan y el volante específico de Abarth te recuerda constantemente que no estás en un coche cualquiera, sino en una máquina diseñada para el disfrute.
Tecnología y características
La tecnología del Grande Punto se centra en la performance. El corazón es su motor T-Jet de 1.4 litros, una joya de la ingeniería para su época que combinaba un tamaño reducido con la sobrealimentación por turbo para entregar 155 CV y un generoso par de 230 Nm. Este rendimiento se gestionaba a través de una caja de cambios manual de 6 velocidades, precisa y de tacto mecánico. Contaba con un modo 'Sport Boost' que, al activarse, liberaba todo el potencial del motor, agudizando la respuesta del acelerador. El sistema de frenos, con discos ventilados de 305 mm en el eje delantero, aseguraba una capacidad de detención a la altura de sus prestaciones, un detalle técnico fundamental para un coche de su espíritu.
Competencia
En su lanzamiento, el Abarth Grande Punto se enfrentó a una competencia feroz en el segmento de los pequeños GTI. Rivales como el Peugeot 207 GTi, el Renault Clio Sport, el MINI Cooper S o el SEAT Ibiza Cupra ofrecían sus propias recetas de deportividad. Frente a ellos, el Abarth no jugaba la carta del refinamiento o el equipamiento, sino la de la pasión y el carácter. Se posicionó como la alternativa italiana, un coche con un alma más ruidosa, un diseño más extrovertido y una conexión más directa y pura con la conducción, a menudo a un precio más accesible.
Conclusión
El Abarth Grande Punto es mucho más que un simple coche rápido; es una celebración del automovilismo pasional. Representa la esencia de lo que debe ser un 'hot hatch': ligero, ágil, con un motor lleno de carácter y un diseño que te saca una sonrisa. Es un coche imperfecto y precisamente por eso es tan especial. Una máquina que te exige como conductor y te recompensa con sensaciones auténticas, un eco de los deportivos italianos de antaño en un envase moderno y asequible. Un verdadero escorpión que dejó una picadura imborrable en el corazón de los aficionados.