Abarth 695 Tributo Ferrari · 179 CV (2010-2011)

2009
Gasolina
FWD
Automático 5v
Abarth 500 - Vista 1
Abarth 500 - Vista 2
Abarth 500 - Vista 3
Abarth 500 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Abarth 500

Potencia

179CV

Par

250Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

151g/km

0-100 km/h

7s

Vel. Máx.

225km/h

Peso

1145kg

Precio

46,339

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

185 L

Depósito

50 L

Potencia

132 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima179 CV / 132 kW
Par máximo250 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero185 L

Análisis detallado del Abarth 695 Tributo Ferrari · 179 CV (2010-2011)

Descripción general

El Abarth 695 Tributo Ferrari no es simplemente un coche, es una declaración de amor a la velocidad y a la herencia italiana. Nacido en 2010 como un homenaje del escorpión a la casa de Maranello, este pequeño proyectil encapsula la esencia de dos leyendas en una carrocería diminuta y rebosante de carácter. Su exclusividad y su precio, más cercano al de una berlina premium que al de un utilitario, lo convirtieron desde su lanzamiento en un objeto de deseo y una pieza de colección instantánea.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del 695 Tributo Ferrari es una experiencia visceral. El motor 1.4 T-Jet, potenciado hasta los 179 caballos, ruge con una furia inesperada para su tamaño. Cada aceleración te pega al asiento, catapultando sus escasos 1145 kilos de 0 a 100 km/h en solo 7 segundos. El cambio automático secuencial con levas en el volante, aunque no tan refinado como los modernos doble embrague, ofrece una conexión mecánica y directa. La suspensión, firme y precisa, junto a una dirección rapidísima, convierte cada curva en una invitación al juego, mientras el sonido del escape pone la banda sonora a una conducción adictiva y puramente emocional.

Diseño y estética

Visualmente, es una obra de arte agresiva. Vestido con el icónico color Rosso Corsa de Ferrari, su carrocería ensanchada y salpicada de detalles en fibra de carbono no deja lugar a dudas sobre su linaje deportivo. Las llantas de 17 pulgadas, con un diseño inspirado en las de Ferrari, y las cuatro salidas de escape son una promesa de rendimiento. Dentro, el ambiente es de competición pura. Los asientos baquet Sabelt de carbono te abrazan con firmeza, y el volante de cuero con detalles tricolores te recuerda constantemente que no estás en un Abarth cualquiera.

Tecnología y características

Bajo su piel retro se esconde tecnología enfocada exclusivamente en el rendimiento. El corazón es el motor T-Jet, una joya de la ingeniería que demuestra cómo obtener una potencia asombrosa de una cilindrada contenida. El chasis se beneficia del sistema TTC (Torque Transfer Control), un diferencial electrónico que mejora la tracción a la salida de las curvas lentas, permitiendo exprimir todo el potencial del motor. La frenada está garantizada por un potente equipo Brembo y la estabilidad por amortiguadores Koni FSD, que se adaptan a las condiciones del asfalto para ofrecer un compromiso entre deportividad y un mínimo confort.

Competencia

Encontrar un rival directo para el 695 Tributo Ferrari es una tarea casi imposible. Por prestaciones, podría medirse con coetáneos como el MINI John Cooper Works o el Renault Clio RS, ambos referentes entre los pequeños deportivos. Sin embargo, el Abarth juega en una liga diferente. Su enfoque no es solo el cronómetro, sino la exclusividad, la herencia y la emoción de poseer una pieza numerada que fusiona el ADN de Abarth y Ferrari. Su verdadero competidor no es otro coche, sino el deseo irracional de poseer un icono.

Conclusión

El Abarth 695 Tributo Ferrari es la máxima expresión de la pasión italiana por el automóvil. Es un coche irracional, caro e impráctico para el día a día, pero absolutamente sublime en su propósito. No se compra con la cabeza, sino con el corazón. Es un capricho, una joya mecánica que ofrece sensaciones de superdeportivo en formato de bolsillo y que, con el paso del tiempo, no ha hecho más que revalorizarse como el icono que siempre fue. Una experiencia de conducción inolvidable y una pieza de historia del automovilismo.