Abarth 500C 1.4 16v T-JET 140 CV (Secuencial) (2012-2015)

2010
Gasolina
FWD
Automático 5v
Abarth 500 - Vista 1
Abarth 500 - Vista 2
Abarth 500 - Vista 3
Abarth 500 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Abarth 500

Potencia

140CV

Par

206Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

151g/km

0-100 km/h

8.1s

Vel. Máx.

205km/h

Peso

1170kg

Precio

22,150

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

185 L

Depósito

35 L

Potencia

103 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima140 CV / 103 kW
Par máximo206 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito35 L
Maletero185 L

Análisis detallado del Abarth 500C 1.4 16v T-JET 140 CV (Secuencial) (2012-2015)

Descripción general

El Abarth 500C no es simplemente un coche; es una declaración de intenciones encapsulada en una carrocería diminuta y llena de carácter. Heredero de la legendaria pasión de Karl Abarth, este pequeño escorpión descapotable transforma cada trayecto urbano en una experiencia vibrante, combinando el icónico diseño italiano con una dosis de veneno puramente deportivo. Es un capricho, un juguete para adultos que te recuerda por qué te apasiona conducir.

Experiencia de conducción

Pulsar el botón de arranque es despertar a una bestia. El motor 1.4 T-JET de 140 CV ruge con una melodía ronca y adictiva, especialmente a cielo abierto. La aceleración es un golpe instantáneo que te pega al asiento, con un par de 206 Nm disponible desde muy bajas vueltas que lo hace sentir ágil y rabioso. Su chasis rígido y su corta batalla lo convierten en un kart matriculable, con una dirección directa que obedece al instante y una suspensión firme que te conecta con cada centímetro del asfalto. La caja de cambios secuencial, aunque no es la más rápida, permite jugar con el motor y exprimir su carácter hasta la última gota de emoción.

Diseño y estética

El diseño del Abarth 500C es una obra maestra de agresividad contenida. Toma la silueta retro y simpática del Fiat 500 y la viste con un traje de guerra: paragolpes ensanchados, llantas de 16 pulgadas que llenan los pasos de rueda, doble salida de escape y, por supuesto, el omnipresente escorpión. La capota de lona retráctil añade un toque de elegancia y libertad, permitiendo disfrutar del sonido y del entorno. Por dentro, los asientos deportivos te abrazan y el volante de cuero te invita a tomar el control, creando una atmósfera de competición que te aísla del mundo exterior.

Tecnología y características

La tecnología en el Abarth 500C está al servicio de la conducción, no de la distracción. El corazón del sistema es el motor T-JET, una joya de la ingeniería que demuestra cómo obtener un rendimiento explosivo de una cilindrada contenida. El modo 'Sport' transforma el carácter del coche, agudizando la respuesta del acelerador y endureciendo la dirección para un tacto más puro. Aunque su sistema de infoentretenimiento es sencillo para los estándares actuales, cuenta con lo esencial, porque la verdadera tecnología aquí reside en la mecánica: en sus frenos de disco ventilados y en un chasis puesto a punto para dibujar sonrisas en cada curva.

Competencia

En el exclusivo nicho de los pequeños deportivos descapotables, el Abarth 500C se enfrentaba a rivales con mucho nombre, como el MINI Cooper S Cabrio. Mientras el MINI ofrecía un tacto más refinado y un interior de mayor calidad percibida, el Abarth contraatacaba con un carácter mucho más visceral y un sonido de escape sin igual. Otros como el Citroën DS3 Cabrio jugaban la carta del diseño y el confort, pero ninguno lograba replicar la sensación de coche de carreras de bolsillo que solo el escorpión italiano sabía ofrecer. Era, y sigue siendo, una elección para quienes buscan la emoción más pura.

Conclusión

El Abarth 500C 1.4 T-JET de 140 CV es un coche que se compra con el corazón. Es irracional, poco práctico y su suspensión puede resultar dura en el día a día. Pero todo eso se olvida en el instante en que hundes el pie derecho y escuchas el bramido del motor mientras el viento despeina tu cabello. Es una máquina de generar felicidad, un antídoto contra el aburrimiento al volante que destila pasión italiana por los cuatro costados. No es un medio de transporte, es un fin en sí mismo, una experiencia de conducción inolvidable.